Poeta, no regales tu libro, destrúyelo tú mismo!
Eduardo Torres
Esta frase me ha tenido obsesionado desde la primera vez que la leí. No se porqué, no podía parar de releerla. Al tiempo busqué información sobre ella, sobre su
autor, sobre que pensamiento o concepto la había creado y para ser sinceros, lo
que encontré no me gustó nada…
En ella, el
autor desea expresar la triste materialización que se ha hecho del libro como
objeto en sí. Quien haya leído El Club Dumas, le sonarán los personajes
coleccionistas de libros (bibliófilos) que encargan al protagonista Lucas Corso
(un buscador incansable de éstos) un libro y un relato algo controvertidos los
dos, y que llevarán Lucas a una seria de aventuras algo arriesgadas para acabar
con un desenlace digno del propio Lucifer.
Esos coleccionistas incansables son los ingredientes principales para la
frase que tenemos entre manos. En “Como
me deshice de 500 libros” (http://www.ctv.es/USERS/scriptorium/esp/2.2.6.htm) de Augusto Monterroso, el autor expone “mi afición por la lectura se vino
contaminando con el hábito de comprar libros, hábito que en muchos casos
termina por confundirse tristemente con la primera”.
La necesidad de comprar libros es una consecuencia de la necesidad de
leerlos, o solo una mera necesidad de colección, que debido a que es un libro se
lee (si fuera numismática o filatelia solo podríamos admirar tanto monedas como
sellos respectivamente)?. Yo personalmente, tengo libros en mis estantes
comprados hace tiempo que aun no he leído, y me sigo comprando libros y
leyéndomelos antes que esos más antiguos… Quizá esto último responde a una
cuestión de interés, interés por leer según que libros en según que periodos de
tu vida y no otros, por mucho antes que te los hayas comprado…o quizá responda
a esa necesidad, ésa afición al libro. Es mejor lector alguien que no se compra
libros y solo los toma prestados de la biblioteca? Y cuando digo mejor lector,
me refiero a lector auténtico, lector que ama por encima de todo leer y que la adquisición
de un libro no supone para él nada más que un mero tramite comercial sin ningún
valor añadido. Es así esto? O es que a todos los que nos gusta leer tenemos la
necesidad de comprarnos libros?
Volviendo a la frasecita, supongo que el cabreo le viene por la frivolidad
creada en torno al libro. Ha dejado de ser el fiel reflejo de la cultura, la
sabiduría, el arte, la belleza, el pensamiento, a pasar a ser un mero objeto
material que regalamos en días señalados? Poeta, no regales tu libro, destrúyelo
tú mismo.
En ocasiones se produce también una especie de “efecto dominó” con según
que bestsellers, en donde aparece un libro exitoso y a la semana siguiente te
encuentras en las librerías títulos parecidos con tramas tan similares al de
éste que alucinas. Donde se encuentra entonces la creatividad? Dónde está esa
ilusión del escritor por crear algo diferente, único, que llame la atención,
que le llene porque es una obra suya, una idea suya y una ilusión totalmente
suya? Poeta, no regales tu libro, destrúyelo tú mismo.
Que representa un libro? Para mucha gente, infinidad de cosas, para muchas
más, algo rectangular y con hojas. Ojalá se generalizase esa sensación de que
un libro ha sido escrito por alguien, que ese alguien ha dedicado mucho tiempo
para escribirlo ( y no me imagino ya para publicarlo), que ha querido expresar
algo, transmitir una idea, sentimiento o sensación a las demás personas, que
alguien al leerlo pueda sentir lo que el escritor ha sentido mientras escribía
el libro o simplemente apreciar que ese escritor tiene la ilusión de querer
aportar algo al mundo. Ojalá, digo, se entendiera la lectura como muchos la
entendemos. Es por eso que, el que escribe, pueda llegar a tener la sensación
que, aún regalando su libro, no conseguirá nada.Poeta, no regales tu libro, destrúyelo tú mismo.
Personalmente, creo que el libro tiene personalidad. Lo coges, lo ojeas, lo
abres, lees la sinopsis y lo vuelves a abrir. Entonces recuerdas cuando lo
leíste, qué te hizo sentir, si tristeza, alegría, pena o miedo...que conclusiones
sacaste, si lo volverías a leer o si lo recomendarías a alguien, si te inspiró
para escribir algo o simplemente te fascinó la historia que contaba o el
lenguaje que usaba... Si te hizo aprender algo y luego continuaste con ese
aprendizaje complementándolo con otros libro...Luego lo dejas en la estantería
de nuevo y te preguntas como serán el resto de libros del autor...y decides que
mañana te comprarás otro de él.