viernes, 23 de marzo de 2012

Materialización del libro


Poeta, no regales tu libro, destrúyelo tú mismo!
Eduardo Torres

Esta frase me ha tenido obsesionado desde la primera vez que la leí. No se porqué, no podía parar de releerla. Al tiempo busqué información sobre ella, sobre su autor, sobre que pensamiento o concepto la había creado y para ser sinceros, lo que encontré no me gustó nada… 

En ella, el autor desea expresar la triste materialización que se ha hecho del libro como objeto en sí. Quien haya leído El Club Dumas, le sonarán los personajes coleccionistas de libros (bibliófilos) que encargan al protagonista Lucas Corso (un buscador incansable de éstos) un libro y un relato algo controvertidos los dos, y que llevarán Lucas a una seria de aventuras algo arriesgadas para acabar con un desenlace digno del propio Lucifer. 

Esos coleccionistas incansables son los ingredientes principales para la frase que tenemos entre manos. En “Como me deshice de 500 libros” (http://www.ctv.es/USERS/scriptorium/esp/2.2.6.htm) de Augusto Monterroso, el autor expone “mi afición por la lectura se vino contaminando con el hábito de comprar libros, hábito que en muchos casos termina por confundirse tristemente con la primera”.
La necesidad de comprar libros es una consecuencia de la necesidad de leerlos, o solo una mera necesidad de colección, que debido a que es un libro se lee (si fuera numismática o filatelia solo podríamos admirar tanto monedas como sellos respectivamente)?. Yo personalmente, tengo libros en mis estantes comprados hace tiempo que aun no he leído, y me sigo comprando libros y leyéndomelos antes que esos más antiguos… Quizá esto último responde a una cuestión de interés, interés por leer según que libros en según que periodos de tu vida y no otros, por mucho antes que te los hayas comprado…o quizá responda a esa necesidad, ésa afición al libro. Es mejor lector alguien que no se compra libros y solo los toma prestados de la biblioteca? Y cuando digo mejor lector, me refiero a lector auténtico, lector que ama por encima de todo leer y que la adquisición de un libro no supone para él nada más que un mero tramite comercial sin ningún valor añadido. Es así esto? O es que a todos los que nos gusta leer tenemos la necesidad de comprarnos libros?

Volviendo a la frasecita, supongo que el cabreo le viene por la frivolidad creada en torno al libro. Ha dejado de ser el fiel reflejo de la cultura, la sabiduría, el arte, la belleza, el pensamiento, a pasar a ser un mero objeto material que regalamos en días señalados? Poeta, no regales tu libro, destrúyelo tú mismo.

En ocasiones se produce también una especie de “efecto dominó” con según que bestsellers, en donde aparece un libro exitoso y a la semana siguiente te encuentras en las librerías títulos parecidos con tramas tan similares al de éste que alucinas. Donde se encuentra entonces la creatividad? Dónde está esa ilusión del escritor por crear algo diferente, único, que llame la atención, que le llene porque es una obra suya, una idea suya y una ilusión totalmente suya? Poeta, no regales tu libro, destrúyelo tú mismo.

Que representa un libro? Para mucha gente, infinidad de cosas, para muchas más, algo rectangular y con hojas. Ojalá se generalizase esa sensación de que un libro ha sido escrito por alguien, que ese alguien ha dedicado mucho tiempo para escribirlo ( y no me imagino ya para publicarlo), que ha querido expresar algo, transmitir una idea, sentimiento o sensación a las demás personas, que alguien al leerlo pueda sentir lo que el escritor ha sentido mientras escribía el libro o simplemente apreciar que ese escritor tiene la ilusión de querer aportar algo al mundo. Ojalá, digo, se entendiera la lectura como muchos la entendemos. Es por eso que, el que escribe, pueda llegar a tener la sensación que, aún regalando su libro, no conseguirá nada.Poeta, no regales tu libro, destrúyelo tú mismo. 

Personalmente, creo que el libro tiene personalidad. Lo coges, lo ojeas, lo abres, lees la sinopsis y lo vuelves a abrir. Entonces recuerdas cuando lo leíste, qué te hizo sentir, si tristeza, alegría, pena o miedo...que conclusiones sacaste, si lo volverías a leer o si lo recomendarías a alguien, si te inspiró para escribir algo o simplemente te fascinó la historia que contaba o el lenguaje que usaba... Si te hizo aprender algo y luego continuaste con ese aprendizaje complementándolo con otros libro...Luego lo dejas en la estantería de nuevo y te preguntas como serán el resto de libros del autor...y decides que mañana te comprarás otro de él.

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